Juan Ignacio Bayona presenta su libro de poemas 'Es de piedra y no se cansa'
En los últimos años ha publicado varias obras poéticas entre las que destacan 'Y se edificó una lágrima', 'Los diáfanos ojos de los puentes' o 'Tant Amare'
Juan Ignacio Bayona. / |
JOSÉ ANTONIO GARCÍA-MÁRQUEZQuesada
El poeta de Quesada Juan Ignacio Bayona presentó en la sala de conferencias del Museo Miguel Hernández-Rafael Zabaleta su último poemario 'Es de piedra y no se cansa', un libro que, en palabras del autor del prólogo de la obra, el también Poeta Manuel Pineda, además de hacer un guiño a Antonio Machado, representa un canto a esta tierra privilegiada y magnética: «Bayona realiza un íntimo homenaje a lo que más y mejor nos define. Se trata de la obligada admiración del autor hacia el lugar propio que se deja expresar con aparente facilidad en un rimero de versos, tan sencillos como sentidos, que nos atrapan desde el principio con el interés de una novela de intriga».
Estructurado en tres partes, bajo el sustento emocional de dos líricos de la tierra, Antonio Navarrete y su padre, el poeta Bienvenido Bayona, Juan Ignacio versifica vivencias, sueños, ensueños, la naturaleza rústica y urbana, los firmes sentimientos de una persona en plena madurez. Lo hace con el empleo del verso libre o desde la estructura hierática del soneto, todo desde el buen uso formal, claridad expositiva y esas pinceladas de ternura y nostalgia que conlleva el paso del tiempo.
En el acto de presentación, con el patio de butacas lleno, el concejal de Cultura, Juan Antonio López, manifestó que «Juan Ignacio tenía puesta su ilusión en presentar este libro en su pueblo, un poemario con un título machadiano, vinculado a Quesada y a la vez metafórico del concepto de fortaleza, capaz de enfrentarse a las circunstancias más adversas».
Evocación de la tierra natal
Manuel Pineda evocó la vida del autor a medio camino entre Quesada y Valencia: «Juan Ignacio presenta su voz más personal, al margen de modas y estilos de última hora. Ofrece una Quesada recreada, un mundo delicado y amable, sin estridencias, de forma melancólica, en la evocación de la tierra en la que ha nacido y en esa otra tierra hermosa y rica en luz que huele a sal y a las algas que llegan desde el mar cercano».
El poeta de la ciudad de la sierra reconoció que escribir un libro es un acto no exento de cierto narcisismo: «Pero a la vez es un acto de generosidad que no lastima a nadie y que a mí me ayuda a sentirme satisfecho, me acerca al bienestar y me permite asumir con mejor disposición los momentos inevitables de infelicidad que nos rondan por rincones propios y ajenos».
Bayona, que en los últimos años ha publicado varias obras poéticas entre las que destacan 'Y se edificó una lágrima', 'Los diáfanos ojos de los puentes' o 'Tant Amare', este último dedicado a su padre, dio lectura a varios poemas, entre ellos el titulado 'Viaje', en una de cuyas estrofas expresa: «Solemne de humildad y ebrio de contento; / crecida la ilusión… / Cuando el arco azul que transitó mi vida tantas veces / de Valencia a Andalucía e inversamente, / me ahorma el gozo y la costumbre / entre un pasado que resigno / y un futuro que me alienta».
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