Por Daniel Diaz
09/06/2022Ansorena ofrece un Zabaleta de la Bienal de Venecia de 1960
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| Rafael Zabaleta. La pareja, 1957 (O/L, 81 x 100 cm) |
Fechado en 1957, se ofrece por 45.000 euros en la cita de los días 14 y 15 de junio
Es lógico pensar que cuando un artista es seleccionado para exponer en la Bienal de Venecia representando a su país hace un esfuerzo por seleccionar y presentar lo mejor que tiene disponible en ese momento. Quizá no sea lo mejor que ha hecho hasta el momento, probablemente vendido ya a un coleccionista particular, pero sí lo que tiene en el taller. Por eso, cuando una obra lleva la etiqueta en su bastidor de haber estado expuesta en la Bienal, hay que situarse en principio en un nivel superior.
Pues bien, Ansorena ofrece en su cita de los días 14 y 15 de junio un lienzo del jienense Rafael Zabaleta (1907-1960), fallecido el mismo año de la Bienal. Se trata de La pareja, 1957 (O/L, 81 x 100 cm; lote 211), una pieza de sus últimos años, pero con las esencias de su pintura expuestas sin trampa ni cartón: dos figuras sobre un paisaje con celaje rosa -masculina boca abajo a la izquierda, femenina boca arriba a la derecha-, con formas volumétricas muy simplificadas y colores casi planos ya. Presente también en la exposición de 1959 en la Dirección General de Bellas Artes de Madrid (núm. 17), aparece catalogada en varias publicaciones de la especialista María Guzmán, entre las que destaca La pintura de Rafael Zabaleta (Caja general de Ahorros de Granada, 1985, núm. 407, pág. 408).
Se trata de una composición que usó con relativa frecuencia, ya sea con personajes tumbados como en Maternidad (O/L, 81 x 65 cm), vendida en La Habana, Madrid, en abril de 2000 por 78.000 euros (trece millones de pesetas), o de pie como en Campesinos cribando, 1957 (O/L, 81 x 65 cm), adjudicada en diciembre de ese mismo 2000 en Durán por 72.000 euros (doce millones). Por la actual pareja, Ansorena pide 45.000 euros, recordando quizá el éxito de su venta en marzo pasado, cuando su Nocturno del quinqué o La ventana, 1956 (O/L, 81 x 65 cm) subió de 50.000 a 70.000 euros (ver), aunque el mes siguiente falló en la venta de Fauna de Cazorla, 1958 (O/L, 130 x 98 cm; ver), por la que pedía 70.000 euros. Y, dada la temática, el tamaño y su significativa presencia en la Bienal, cabe esperar una lógica subida desde los atractivos 45.000 euros de inicio, aunque actualmente haya menos coleccionistas para este tipo de piezas. Desde luego, será un buen test para ver su estado en el mercado, veinte años más tarde…
Si avanzamos hacia el presente, destacaría tres piezas. La primera, un lienzo del valenciano Juan Genovés, especialmente buscado en los últimos años tras su renovación formal. Se trata de Cosmético, 2015 /AL/T, 50 x 60 cm; 70), con sus típicos personajes corriendo, a vista de pájaro. Lo malo, los ya nada menos que 50.000 euros pedidos… Más interesante en la siempre buscada relación calidad-precio me parece el papel de Pablo Palazuelo: Waves II, 2001 (gouache/papel, 37 x 54 cm; 68), en una línea ondulante, como mucho relacionada con la naturaleza, diferente por tanto a sus sus típicos campos planos, ortogonales. Su precio, 13.000 euros. Y la tercera, la escultura en bronce y latón, fundida y soldada de Anthony Caro, Quarterings, 1980 (68,6 x 81,3 x 71,1 cm; 328), pieza única para coleccionistas extranjeros por unos más que atractivos 10.000 euros.
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