Josefina Manresa, una vida hernandiana
La mayor parte de los poemas de amor hernandianos se los ha dedicado a Josefina. Por eso afirmo es la mujer mejor cantada de la literatura española. Son sonetos de soledad, añorando a Josefina, deseándola como musa.
Josefina Manresa, junto a Miguel Hernández / CEDIDA J. PAMIES |
Josefina Manresa falleció en Elx, el 18 de febrero de 1987, con 71 años. Toda una vida dedicada a la vida y obra de su Miguel Hernández. En 1986 se inicia la cesión del Legado que ella atesoraba en su casa, a la Biblioteca Municipal ilicitana y en 2012 la alcaldesa de Elx, Mercedes Alonso, rescinde el convenio; los manuscritos y otros documentos hernandianos son retirados por la familia Hernández. Se inician conversaciones con el gobierno municipal oriolano, pero su desidia impide un acuerdo para que el tesoro del poeta se deposite en su pueblo y finalmente la familia llega a un convenio con la Diputación de Jaén y allí el Legado tiene un destino digno y definitivo, en Quesada se inaugura un didáctico museo sobre la vida y obra de Miguel Hernández y en Jaén se crea una Fundación para la conservación, investigación y difusión hernandiana.
En Quesada, nació Josefina el 2 de enero de 1916, su padre, Manuel Manresa Pàmies, era guardia civil y estaba destinado en aquel bello pueblo serrano. El padre y la madre Josefa Marhuenda Ruíz, eran naturales de Cox. El guardia civil tuvo varios destinos: en 1920, San Miguel de Salinas, después Dolores y en 1927, Orihuela, en el cuartel de la Casa del Paso, actualmente en ese mismo lugar está el campus de la UMH.
Josefina estudio en el colegio de monjas de la Beneficiencia y su padre completaba esta formación enseñándole a leer y escribir. Por necesidades económicas familiares empezó a trabajar: a los 11 años en un taller de modista, a los 13 años en la fábrica de la seda de los italianos y a los 15 en un taller de costuras de la calle San Juan. Josefina oyó comentarios sobre un joven poeta de la calle de Arriba que había salido en una entrevista en la Revista Estampa y había conseguido un premio de poesía. El único premio que recibió el escritor fue en Elx, concedido por la Asociación Artística el Orfeón Ilicitano, que tuvo eco en la prensa ilicitana y oriolana en abril de 1931. Ese año Miguel ya se había fijado en ella, pero Josefina no se acordaba de esto, un día revisando la correspondencia de Miguel, llegamos a la conclusión que antes de irse al primer viaje a Madrid, el poeta estaba interesado por ella.
A los 17 años Josefina trabajó en la Casa Singer y después en un taller de modista de la calle Mayor. El 20 de enero de 1933 le publican a Miguel, su primer libro poético Perito en Lunas. Josefina ve en los escaparates de algunas tiendas el libro, que es comentado en su trabajo.
Miguel, trabaja en una notaría en la misma calle que trabajaba Josefina. Todos los días se produce el encuentro y a veces él se atreve a mirar el interior del taller y la ve cosiendo. Está enamorado, la pretende, ella lo rechaza, el oficinista insiste, la espera a la hora de salir, ella sigue ignorándole y él le entrega un poema mecanografiado, con la dedicatoria “solo a ti”, y sale corriendo. Este escrito contenía el poema “Ser onda, oficio, niña, es de tu pelo”. Le ha escrito el primer soneto, un poema, toda una declaración de amor. Es el inicio de la más importante creación de poesía amorosa castellana. A partir de este momento Miguel se convierte en un satélite de su amada. Miguel insiste durante meses, ella le observa, se fija en él, se enamora y en septiembre de 1934 Miguel habla con el guardia civil y formalizan el noviazgo.
Los domingos paseaban dando la vuelta a los puentes y por el camino de la estación, de vez en cuando cogían y se comían alguna lechuga de las que estaban plantadas en los bancales de este camino. Miguel le hablaba de sus poemas y del cine, leían las biografías de los actores y miraban las fotos de la revista Cinegrama.
Josefina Manresa y Miguel Hernández / INFORMACION |
En el tercer viaje de Miguel a Madrid, 30 de noviembre de 1934 se inicia el epistolario a Josefina, en este mes le escribe cinco cartas, son de amor, en las que habla de las pensiones en las que vive, los cambios de domicilio, sus empleos, sus amistades, las formas de vestir y el maquillaje de las mujeres. Le informa que ha conocido a artistas, a escultores y escritores.
En febrero de 1935 Miguel, se traslada a Madrid. Le escribe este año catorce cartas. En esas cartas de un poeta muy enamorado, se observa el cambio ideológico del poeta y las discrepancias con Sijé y con ella, sobre la religión y la formas de ser de las gentes de Orihuela. Sigue informándole de su trabajo en la enciclopedia de los Toros con José María de Cossio, de sus amigos de la generación del 27, de sus cambios de domicilio, comenta cosas de Orihuela: de los amigos, que ha estado Sijé en Madrid y han tenido puntos de vista diferentes sobre la religión y la política.
El uno de agosto en Orihuela, Josefina se enfada con Miguel; No está de acuerdo con su novio en lo que piensa de la religión, de la sexualidad. Miguel vuelve a Madrid y durante seis meses dejan el noviazgo, pero él dice, en sus cartas de 1936, que no la ha dejado de amar. Es una época de desamor, de soledad, de añoranza, de lamentaciones y al mismo tiempo de esperanza, de sueños, de compromiso con el pueblo, con la sociedad. Josefina en esos meses lo añora, sufre esa soledad, desea volver con él, escribirle, hablarle pero su timidez, su religiosidad, su forma de ser consecuencia del caldo conservador, tradicional y machista oriolano se lo impide.
El uno de febrero de 1936, Miguel pregunta por carta al padre de Josefina, sí ella está libre. Recibe respuesta afirmativa y se inicia de nuevo el noviazgo. Este año Miguel le escribe 67 cartas de locura de amor, de preocupación por la salud de Josefina. Los temas son: el físico de ellos, las cualidades morales, la muerte del padre de Josefina, la conflictividad social, la guerra, Madrid, Orihuela, Elda y Cox. Josefina atraviesa a Miguel como una espina muy honda, él gira alrededor de ella.
“Cada día nuestra letra se parece más, que yo procuro sin darme cuenta casi hacer tu letra, que tú hace lo mismo. Yo creo que eso es señal de que cada día nos entendemos mejor y que nuestras vidas terminarán por confundirse y ni tú sabrás si tu vida es la tuya ni yo sabré si la mía es la mía o la tuya.” (carta de Miguel)
En el oriolano se producen cambios en su creatividad literaria, plasmada en los ciclos de Silbo, del Silbo vulnerado, de Imagen de tu huella; está creando poesía impura y empieza su poemario de amor a Josefina, uno de los más importantes de la Literatura castellana: El Rayo que no cesa. Obra dedicada a Josefina tal como escribe el poeta en febrero de 1936: “Todos los versos que van este libro son de amor y los he hecho pensando en ti, menos uno que van por la muerte de mi amigo”. Se refiere a la Elegía a Ramón Sijé.
¿Cómo era esta pareja? Eran alegres, le gustaban los chistes, los cuentos, los juegos de palabras, reían constantemente, cantaban juntos, les gustaba el cine, el teatro. Josefina cuenta que Miguel deseaba dedicarse al cine, a la fotografía, al teatro en América. Josefina vestía con sencillez y elegancia; chocaba con Miguel que odiaba los trajes, las corbatas, los abrigos, los zapatos. Algunas veces, Josefina no quería pasear con él por Orihuela, vistiendo ropa campesina, pantalones de panas abarcas, alpargatas…, hablaban sobre la medicina natural, sobre los baños de sol. Miguel le contaba lo que hablaba con los huertanos, con los niños con sus amigos.
En mayo de 1936 el padre de Josefina es destinado al cuartel de la Guardia Civil de Elda, buscando mejor salida laboral para sus hijos. En julio se produce el golpe de Estado militar y en agosto unos anarquistas asesinan al guardia civil Manresa en Elda.
Josefina Manresa y Miguel Hernández / INFORMACION |
Josefina empieza a sufrir cuando Miguel le dice, en septiembre, que se ha incorporado a defender a la República. El pensamiento de Josefina se va acercando al de su novio: anticlerical y republicano; ella empieza a leer la poesía crítica y comprometida hernandiana.
El nueve de marzo de 1937 se casan por lo civil en Orihuela y llegan a Jaén el día once. Miguel estaba destinado en aquella ciudad. Se relacionan con intelectuales y políticos que estaban defendiendo a la II República. Josefina presenció, horrorizada, el bombardeo fascista de Jaén. Regresan a Cox, fallece la madre de Josefina, y se tienen que hacer cargo de sus cuatro hermanos. En 1937, Josefina recibe 43 cartas de Miguel, toma conciencia de lo que es la guerra, por los escritos de Miguel, por la lectura de su poesía de urgencia, combativa y comprometida; poesía como instrumento de lucha y potenciadora de la sensibilidad ética y estética. Son prosas y poesías de amor a su mujer. Miguel en las cartas se descubre, se autorretrata y ella conoce a su pareja como una persona valiente, solidaria, comprometida. Sabe que su marido se ha incorporado al Partido Comunista. Tiene miedo por lo que le pueda ocurrir a su Miguel en la guerra y lo añora, lo espera todos los días. Miguel, cuando puede, regresa a su casa familiar de Cox.
En 1938 nace el hijo Manuel Ramón, durante meses enfermo y muere a los diez meses. En 1939 nace el segundo hijo Manuel Miguel. Finaliza la guerra y el 30 de abril de 1939 Miguel es detenido en Portugal y se inicia el sumario 21001 y su “turismo carcelario": Moura, Rosal de la Frontera, Huelva, Sevilla, Torrijos. Ella llevó muy mal el encarcelamiento de Miguel, con pesimismo, sin futuro, con penalidades económicas y sanitarias, fue un duro golpe, difícil de encajar. Empiezan los escritos desde la cárcel a Josefina, 193 cartas. Josefina mueve cielo y tierra buscando avales para que lo liberen, con resultados negativos.
Josefina viuda vive en Cox, con penurias económicas y sanitarias, responsable de sus cuatro hermanos, en casas sin luz eléctrica, con techo de cañizos, sin agua. Él le decía que estaba muy bien en la cárcel, pero Josefina sabía que no era verdad. En mayo de 1939 vive con miedo el registro de su casa por el fascista oriolano Martínez Pacheco, “el Patagorda”.
Miguel sale de la cárcel madrileña el 15 de septiembre de 1939 y regresa a su casa de Cox. Viaja a Orihuela a visitar a su familia y amigos, el 28 de septiembre, y es detenido, iniciándose un nuevo sumario, el 4407 y el segundo período carcelario: Orihuela, Madrid, Palencia, Ocaña...
Miguel le oculta a Josefina que están pasándole muy mal, por falta de comida, de higiene y de ropa. Le ocultó que estaba enfermo de bronquitis con hemorragias, la gravedad no la comentaba para que ella no padeciera. Le ocultó la sentencia de pena de muerte y la conmutación a 30 años.
Josefina vivió con mucho sufrimiento los acosos a ella y a su hijo Manuel Miguel. Hernández escribía dándoles ánimos, enviándole a su Manolillo, dibujos, cuentos e invitación para que él conociera la cárcel y fuese fuerte frente a esas adversidades. Josefina constantemente le informaba de niño y de su trabajo cosiendo ropa.
Miguel detenido llega a la cárcel alicantina el 28 de junio de 1941, Josefina vive entre Cox y Alicante, durante los meses que estuvo su marido encerrado, llevándole comida, ropa y medicina. El 28 de marzo de 1942 la amante y musa es atravesada por la muerte, asesinato por omisión de su Miguel y le acompaña en su último viaje al cementerio alicantino.
Josefina vive en Cox, con mucha precariedad y en enero de 1950 se traslada a Elx con su hijo Manuel Miguel. A pesar de estar constantemente enferma por ataques de glaucoma y otras dolencias, trabaja sin descanso hasta la madrugada, cosiendo vestidos y recuperando manuscritos, libros y otros objetos hernandianos. En 1984 fallece su hijo en Elx y el 18 de febrero de 1987 ella en la misma ciudad. Los tres reposan en el mismo sepulcro alicantino.
Han desaparecido numerosas cartas, por extravío y hurtos, pero en el Legado hay 334 cartas dirigidas a Josefina y cientos de cartas dirigidas a otras personas. La mayor parte de los poemas de amor hernandianos se los ha dedicado a Josefina. Por eso afirmo es la mujer mejor cantada de la literatura española. Son sonetos de soledad, añorando a Josefina, deseándola como musa. Miguel une en su dolor: la vida, la muerte y el amor.
FUENTE: https://www.informacion.es/opinion/2024/02/19/josefina-manresa-miguel-hernandez-musa-poeta-98384765.html
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