domingo, 1 de marzo de 2020

QUESADA RINDE HOMENAJE DURANTE 2020 A ANTONIO MACHADO // ideal.es // 1 MARZO 2020 J.A. GARCÍA-MÁRQUEZ

Quesada rinde homenaje durante 2020 a Antonio Machado

El autor del cartel homenaje a Machado, arropado por un grupo de quesadeños. / J.A.G-M.

Pretenden darle un enfoque local y positivo, recordando aquel año 1915, cuando el poeta recorrió la Sierra de Quesada

J. A. GARCÍA-MÁRQUEZQuesada
Recitales poéticos por las calles, certamen fotográfico, exposición de carteles, rutas de senderismo por parajes que el lírico transitó, publicaciones, proyecciones, conciertos, concurso de murales y viajes culturales a Baeza. Este 2020 se convierte en Quesada en año machadiano por excelencia. «No se trata de conmemorar el 81 aniversario de la muerte del poeta y su entierro en la localidad francesa de Collioure. Pretendemos darle un enfoque local y positivo, recordando aquel 1915, cuando recorrió la Sierra de Quesada y el año 2017 en el que visitó la aldea de Belerda», aclaró Juan Antonio López, concejal de Cultura del Ayuntamiento quesadeño.
El Museo Rafael Zabaleta-Miguel Hernández acogió la presentación del cartel que anuncia los actos de homenaje al poeta sevillano. Obra del pintor de la tierra Francisco Fernández Fernández, más conocido por 'Vinchi', el trabajo muestra en el espacio superior la imagen de Machado, mientras que en el encuadre inferior aparece la silueta de Quesada coronada por las iniciales del poeta y una estrofa del poema dedicado a la Virgen de la Sierra, esculpido en piedra en 1.959 junto al Santuario de Tíscar: «En la sierra de Quesada/hay un águila gigante, /verdosa, negra y dorada/siempre las alas abiertas».

Dos visitas

La primera vista de Antonio Machado tuvo lugar a principios de mayo de 1915, cuando junto a su hermano Joaquín y a un grupo de amigos entre los que se encontraba el poeta nacido en Peal de Becerro Rafael Laínez Alcalá visitaron Quesada y el Nacimiento del Guadalquivir. «Fueron en un carricoche lento, el que les proporcionó posiblemente un sastre de Baeza, rememorando aquel viaje a las fuentes de Duero y a Laguna Negra en los Picos de Urbión de su añorada Soria. Pasaron por la Loma de Úbeda, Torreperogil y Peal de Becerro hasta llegar a Quesada», relató el profesor Miguel Ángel Rodríguez Tirado. En la primavera de 1917 vuelve a Quesada y sube al Santuario de Tíscar, del que regresa impresionado y con una buena cantidad de escritos y topónimos, pues no hemos de olvidar que Machado no es un escritor de presencias, sino de ausencias (muerte de Leonor).
Años después, en las coplas incluidas en la secuencia 'A la manera de Juan de Mairena. Apuntes para una geografía emotiva de España', Machado vuelve a recordar aquella visita a la hermosa sierra de Quesada: «Y en la sierra de Quesada /vivo en pecado mortal: /no te debiera querer; /por eso te quiero más».
En 1931, ya en Segovia y con Guiomar (Pilar Valderrama) como musa que le hace navegar por los mares de la alegría y la tristeza, los recuerdos del poeta vuelven a transportarle a aquella excursión al santuario de la Virgen de Tíscar. Antonio había escrito junto a su hermano Manuel la obra teatral 'La prima Fernanda', de la que se habían hecho 32 representaciones. Todavía bajo el efecto de la buena acogida, que, sin embargo, queda lejos de 'La Lola se va a los puertos' (117 representaciones), los hermanos retornan a la Andalucía rural y deciden crear un drama situado en los malos tiempos de Fernando VII y los Cien Mil Hijos de San Luis. Antonio convence a Manuel para que la acción de 'La duquesa de Benamejí' (1932) se ubique en la Sierra de Quesada. Incluso Lorenzo Gallardo, el heroico bandido de la comedia, todo un personaje machadiano digno de estudio, nace en Quesada.
'La duquesa de Benamejí' se representó por primera vez en el Teatro Español de Madrid, el Sábado de Gloria, 26 de marzo de 1932. Es la última obra que estrenan conjuntamente Manuel y Antonio. Cuando el 18 de abril de 1941 se escenifica 'El hombre que murió en la guerra', hace ya más de dos años que el mayor de los Machado, Antonio, reposa para siempre en su exilio francés de Collioure. La tumba fue visitada por el alcalde de Quesada, Manuel Vallejo, y por su edil de Cultura, Juan Antonio López, para iniciar este homenaje de la tierra al autor de 'Campos de Castilla'.

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